Todos entendemos lo que es un test de inteligencia: una serie de preguntas, adivinanzas, diseños de cubos, rompecabezas, series numéricas, etc. Todo ello administrado por un psicólogo.

Y dicho psicólogo compara las puntuaciones que se obtienen con las puntuaciones obtenidas por otras muchas personas de la misma edad.

La idea parece lógica.

Está claro que los tests miden. Sería mejor decir comparan. Pero ¿qué miden o comparan?.

Pues la verdad es que no se sabe muy bien. No todos miden lo mismo. Ante semejante desconcierto surge la célebre cita: "La inteligencia es lo que miden los tests". Que es lo mismo que decir: "No tenemos ni idea lo que es la inteligencia"

Porque, ¿de qué inteligencia hablamos si una persona con un CI alto puede ser un incompetente social o profesional?. ¿Puede ser inteligente una persona con un CI de 150 que conduce a esa misma cifra de velocidad con una tasa de alcoholemia superior a la permitida?

Es decir, hemos empezado a medir la inteligencia sin saber lo que mediamos. Entonces, por lógica, los resultados de la medición nos resultan igualmente incomprensibles.

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