No. La mayoría de los tests envejecen
muy mal. Da pena verlos. Son como piezas de museo.
Habría que distinguir:
- Tests que siguen estando vigentes y
son de utilidad. por ejemplo, el test de las matrices de
Raven. Han pasado muchos años pero a los niños les sigue
costando ese razonamiento y por tanto siguen
discriminando la inteligencia no verbal. Aún así, se
precisaría de normas actualizadas.
- Tests que se van renovando a base
de versiones, como la serie Wechsler. Estos tests no
pierden actualidad porque están renovados, en dibujos,
planteamientos, preguntas y sobre todo, normas
estadísticas. Y es que queda un poco antiguo preguntarle
a un niño ¿qué comprarías con 5 pesetas?
- Tests que ya no tienen sentido. Por
ejemplo, una joya en su tiempo, el ABC de Filho, para
valorar los requisitos del aprendizaje de la
lectoescritura. Pero el problema es que esos requisitos
que mide este test ya no se consideran importantes. Por
eso es un test para la historia de la psicopedagogía.
Los tests no son como el vino, ni
como la literatura o la música clásica, en los que el
paso del tiempo les hace aumentar su valor.
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