El Test de Vocabulario del WISC-IV mide esencialmente el
nivel de formación de conceptos y el conocimiento de las
palabras, así como la capacidad de expresar y explicar
el significado de dichas palabras y conceptos.
Lógicamente estas habilidades están relacionadas con
otras como el bagaje de conocimientos, la capacidad de
aprendizaje y la memoria a largo plazo.
La tarea que se presenta al niño es decir
que explique lo mejor que pueda el significado de una
serie de conceptos. Un ejemplo similar a
los planteados por esta prueba sería: "Explícame qué es
una casa"
Lo que se pide al sujeto es la explicación precisa de
dicho concepto. El centrarse en
aspectos básicos (hogar, lugar donde viven unas
personas, vivienda, etc.) puntúa más que referirse a aspectos menos importantes o
definitorios (está hecha de ladrillos, se cae con un
terremoto, etc.).
Lo que esta prueba demanda al niño no es sólo un
conocimiento preciso de las palabras, sino también la
habilidad de expresar el concepto con palabras
adecuadas. Es decir, no es solamente una prueba de
comprensión del vocabulario (lo que su nombre podría
inducir a pensar), sino también de expresión y dominio
verbales.
Como toda prueba de componente verbal no puede ser
utilizada con garantías en casos de niños con
insuficiente conocimiento del castellano. Además, niños
procedentes de ambientes poco estimuladores y en los que
los patrones de uso de lenguaje son de carácter
concreto, puntuarán también bajo en esta
prueba.
Puntuaciones bajas en el test de Vocabulario pueden
ser indicativas de:
-Ambiente familiar y educativo bajo
-Deficiencias en lenguaje y pensamiento con
elaboración excesiva
-Perturbaciones emocionales, si se dan expresiones
incongruentes (mezclas incoherentes de palabras)
Por otra parte, puntuaciones altas en el test de
Vocabulario podrían igualmente indicar:
-Buen nivel cultural y familiar
-Buen nivel de pensamiento abstracto
Cómo desarrollar esta capacidad:
Para desarrollar las capacidades exigidas por este
test es necesario exponer al
niño de manera repetida a este tipo de ejercicios:
- Explícame el significado, o dime que quieren decir
estas palabras: sofá, viento, alegría, calor, moto,
agua, tranquilidad, etc. Darle pìstas, ayudarle,
ofrecer modelos de respuesta, hará que el niño aprenda a
definir de manera adecuada este tipo de conceptos.
- Otro aspecto importante a trabajar sería el uso
adecuado del lenguaje definitorio. Acostumbrar al niño a
definir, por ejemplo, "coche" en términos
adecuados como "vehículo", en vez de "cosa que
va por la carretera".
- Incluir ejercicios que partiendo de la definición
plantee la búsqueda del concepto. Por ejemplo: ¿A qué
nos referimos con la expresión "vehículo de motor usado
para el transporte de viajeros dentro de las ciudades"?.
- Ejercicios de unir palabras con definiciones.
-
Ejercicios de elegir una palabra que cumple una
determinada definición entre una lista de palabras
similares.
- Ejercicios de completar definiciones, a
las que le faltan algunos términos que hay que rellenar.
- Actividades de definir un concepto con términos
distintos a los incluidos en dicha definición
-
Ejercicios de sinónimos, ya que un sinónimo adecuado se
considera una buena respuesta en esta prueba.
Normas de Aplicación:
-Niños de
6 a 8 años comienzan por el elemento 5
-Niños de 9 a 11 años comienzan por
el elemento 7
-Niños de 12 a 16 años comienzan por
el elemento 9.
-Si un niño de 6 a 16 años no alcanza
la máxima puntuación en alguno de los dos primeros
elementos que se le aplican, se le plantean los
anteriores en orden inverso hasta que obtenga las
puntuación máxima en dos elementos consecutivos.
La prueba de Vocabulario finaliza
cuando el niño comete cinco fallos consecutivos (0
puntos)
Si la respuesta del niño es vaga,
poco clara o va seguida de una (P) en los ejemplos de
respuesta del manual se le indica:
"¿Qué quieres decir?" ó "Dime algo
más".
Los elementos 5 y 6 son elementos de
aprendizaje. Si el niño no alcanzara la máxima
puntuación se le debe enseñar la respuesta adecuada. A
partir del elemento 7 no se le debe dar ningún tipo de
ayuda.
Otras consideraciones:
La prueba de Vocabulario es una tarea
complicada para muchos niños. Generalmente para niños
con dificultades de lenguaje o desconocimiento completo
del castellano a los que resulta muy difícil dar una
explicación adecuada. Así, prácticamente todos los niños
saben lo que es, por ejemplo, una bicicleta, pero no
todos son capaces de referirse a ella como un vehículo,
o algo que se conduce y ahorra tiempo, dando respuestas
demasiado concretas o incompletas, por lo que no
alcanzan la máxima puntuación.
El subtest de Vocabulario también
puede resultar una tarea complicada para el examinador a
la hora de otorgar puntuación a determinados elementos,
en los que no queda claro hasta qué punto el niño
expresa adecuadamente el concepto esperado.
Aunque las normas generales de
puntuación del manual de aplicación y corrección de la
prueba están claras, no lo son tanto los ejemplos,
pudiendo plantearse dudas sobre si una respuesta debería
puntuarse con 2 ó con 1 punto, o bien con 1 ó con 0
puntos.
El manual señala que ante
determinadas respuestas poco claras se le pida al niño
que aclare más la respuesta, pero esto puede hacer que
determinados niños se inhiban al comprobar que son
incapaces de mejorar dichas respuestas iniciales.
Puede ocurrir por tanto que existan
dudas razonables sobre qué puntuación otorgar a
determinados ítems. Una táctica ante esta situación
consiste en ser magnánimo en un caso (por ejemplo,
otorgar 2 puntos ante la duda de 2 y 1, y ser más
exigente en el siguiente elemento (por ejemplo, otorgar
0 puntos ante la duda de 1 y 0).