Hace algunos años, en Japón se llevó a cabo un experimento: cuarenta familias accedieron a vivir un tiempo sin ver televisión. Cuatro familias desistieron después de unos pocos días. Todas volvieron a ver televisión antes de que se cumpliera el primer mes. “Se pudo ver que las mujeres cumplían mejor con la consigna” –contó Masasci Kawauke, que era una de las promotoras del experimento– “mientras que la mayoría de los hombres iban disimuladamente a las casas de sus vecinos para ver algunos programas, en especial los eventos deportivos”. Entre los chicos, muchos decían que se sentían aislados en la escuela porque no podían comentar los programas del día anterior con sus compañeros; las jóvenes se quejaban de no estar al tanto de los últimos consejos de moda y de no haber podido aprender los últimos pasos de baile. Los adultos reconocieron que se les hacía más difícil dormirse por la noche y algunos hasta confesaron haber comenzado a beber para compensar la falta de televisión. Japón es hoy una de las mayores potencias televisivas, el ejemplo de la sociedad de la comunicación. Sin embargo, este hecho no provocó los trastornos que se verificaron en otros lugares donde la llegada de la televisión determinó la muerte de la lectura. Para informarse, el japonés continúa leyendo libros, revistas y diarios. La radio y la televisión tienen únicamente el objetivo de entretener. Los avances tecnológicos e industriales permitieron a Japón ocupar un lugar de privilegio en la producción y venta de aparatos, así como también en la exportación de programas televisivos. Los héroes instalados por las productoras de Japón son conocidos en todo el mundo. La industria japonesa domina gran parte del mercado de los dibujos animados lanzando cerca de mil nuevos episodios al año. Casi el 25% de la producción está dirigida a dibujos animados que en general están inspirados en personajes literarios. Heidi, por ejemplo, es un personaje de una novela alemana; Ana, de los cabellos rojos, se basa en una novela de la escritora inglesa Lucy Montgomery. Todos estos programas, que están especialmente elaborados para la exportación, ubican a Japón primero en el negocio de los dibujos animados.
¿En qué consistió el experimento llevado a cabo en Japón?
Cuarenta familias resolvieron ver sólo dibujos animados en la televisión.
Cuarenta familias decidieron regalar a sus hijos aparatos de televisión.
Cuarenta familias aceptaron vivir sin ver televisión por un tiempo.
Cuarenta familias no pudieron encender los aparatos de televisión.
¿Qué quisieron indagar con este experimento?
Si la gente tiene una gran dependencia de la televisión.
Si la gente ve sólo programas japoneses en la televisión.
Si los hombres ven más horas de televisión que las mujeres.
Si los chicos ven más horas de televisión que sus padres.
¿Quiénes iban a escondidas a la casa de sus vecinos para ver los eventos deportivos?
La mayoría de los chicos.
Todos los hombres.
Todas las mujeres.
Casi todos los hombres.
¿Qué hicieron algunos participantes adultos para compensar la falta de televisión?
Comenzaron a consumir alcohol.
Comenzaron a leer muchos más diarios y revistas.
Comenzaron a tomar más agua.
Comenzaron a dormirse mucho más temprano.
¿Cuál es el objetivo de la radio y de la televisión para los japoneses?
Informar sobre las últimas novedades.
Producir un avance tecnológico.
Reemplazar a los libros.
Servir de entretenimiento.
En la oración “Todas volvieron a ver televisión antes de que se cumpliera el primer mes”, la palabra “Todas” se refiere a:
Las mujeres del experimento.
Las potencias televisivas.
Las familias del experimento.
Las productoras japonesas.
En la oración “Sin embargo, este hecho no provocó los trastornos que se verificaron en otros lugares”, la frase “este hecho” se refiere a:
Japón es hoy una de las mayores potencias televisivas.
Japón realizó hoy un experimento muy aburrido.
En la actualidad Japón fabrica cada vez más televisores.
En la actualidad los libros japoneses son los más leídos.
Cuando se dice en el texto que los dibujos animados “están inspirados en personajes literarios”, quiere decir:
Que los dibujos animados se basan en historietas japonesas.
Que los personajes literarios están basados en dibujos animados japoneses.
Que los dibujos animados se basan en personajes literarios.
Que los protagonistas de las novelas son dibujos animados.
La palabra “desistieron” subrayada en el texto, se puede reemplazar por:
Insistieron
Abandonaron
Atropellaron
Retrocedieron
La palabra “lanzando” subrayada en el texto, se puede reemplazar por: