El dibujo de la infancia (C) intenta responder a varias preguntas, como:

-¿Ha habido algún conflicto en la infancia (o primera infancia)?

-¿De qué tipo fué ese conflicto?

-¿Se ha resuelto?

-¿Cuál era la naturaleza de la patología reflejada?

Dado que el sujeto suele situar en el tiempo este dibujo, es posible determinar la fecha de origen del conflicto, si es que éste ha existido.

Con el dibujo de las manos (Ha) el niño va a reflejar sus propias manos, y cómo  (o no) actúan. Para R. Davido, cuanto más alegóricas sean las manos, más grave es la patología.

El dibujo de la mano que molesta (D) suele ser una mano horrible. En el dibujo del niño "normal", puede ser la mano de una bruja, su propia mano izquierda (en niños diestros) o la mano del hermano. Este dibujo puede poner de manifiesto malos tratos.

El dibujo libre (FD) debe compararse con el dibujo de la infancia, de modo que:

-Si es regresivo y el de la infancia no lo es, revela la aparición de un conflicto.

-Si es más evolucionado que el de la infancia, se interpreta cómo que el conflicto ha sido resuelto satisfactoriamente.

Si miramos los cuatro dibujos en perspectiva cronológica éstos nos informan de lo que fue el sujeto (C), en qué se ha convertido (Ha), lo que puede ser algún día (D) y lo que es en este momento FD).

Entre los factores a tener en cuenta a la hora de interpretar los dibujos del Davido-CHaD están:

-Las proporciones de cada tema y el lugar ocupado por los dibujos en la hoja de papel.

-El tipo y calidad del trazo realizado por el niño.

-Si colorea o no, sobre todo en el dibujo de las manos.

-El tiempo que tarda en comenzar el dibujo de las manos comparado con el que tarda en dibujar la mano que molesta (el niño maltratado puede tardar tanto que finalmente no es capaz de dibujarla)

-La coherencia entre sus palabras y el dibujo.

Bibliografía: R. Davido: "Descubra a su hijo a través de sus dibujos". Editorial Sirio

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