El Test de Los Garabatos, de Louis Corman, es
una prueba proyectiva, que aúna las características de
sencillez y rapidez de ejecución.
Para su aplicación, se proporciona al sujeto una hoja
de papel y un lápiz del nº 2.
Se comienza diciéndole que escriban su nombre en el
centro de la hoja. Con niños que aún no sepan escribir
su nombre, se les pide que dibujen un muñeco en el
centro de la hoja, para luego decirles: "Ese muñequito
eres tú".
A continuación se les dice: "Garabatee en esta hoja".
En el caso de niños mayores o adultos que se
sorprendan por esta consigna se les puede tranquilizar
con estas palabras:
"Imagínese usted que vuelve a la
infancia, a la edad en que todavía no sabía escribir, y
garabatee esta hoja como le gustaba hacerlo a esa edad".
También se puede añadir: "Abandónese por completo a su
fantasía".
No se le dan más consignas, ni hay tiempo límite para
el garabateo.
Corman acostumbraba a repetir el test, pidiendo la
realización de un segundo garabato. La razón de ello
reside en que algunos sujetos ante lo insólito de la
prueba se muestran muy inhibidos, por lo que se le da la
oportunidad de manifestarse con más libertad.
Bibliografía: L.
Corman: "El test de los garabatos". Editorial Kapelusz