Para ayudar a un
niño a superar sus temores y preocupaciones le podemos
ofrecer los siguientes consejos:
- COMIENZA POR ACEPTAR TUS MIEDOS.
El aceptar tus miedos y preocupaciones es el primer
paso para liberarte de ellos. No debes sentir vergüenza
ni culpa por tener miedo. Así serás capaz de hablarlo
con tus padres, tu profesor o algún amigo, que podrán
ayudarte.
- PIENSA COSAS POSITIVAS.
Para ello, debes aprender a detener tu pensamiento
cuando detectes que estás diciéndote a ti mismo cosas
negativas (“no voy a ser capaz”, “esa situación es
horrible”…). En ese momento grita interiormente
“¡ALTO¡”, y sustituye dichos mensajes por pensamientos
positivos (“voy a conseguirlo”, “la situación es
difícil, pero podré con ella”…)
- EN VEZ DE
PREOCUPARTE, HAZ ALGO DIVERTIDO.
Pensar en algo agradable, hacer algo que te guste (coger
la bici, leer un comic, jugar a la videoconsola..) hará
que te olvides de tus preocupaciones.
- HAZ
EJERCICIO.
Con el ejercicio físico tu cuerpo estará más relajado y
dará salida al exceso de tensión que producen el miedo y
las preocupaciones, y además tu mente funcionará mejor.
- LLEVA UNA DIETA EQUILIBRADA.
Come abundante fruta y verdura y no abuses de los
dulces ni de las bebidas con cafeína
- RESPIRA PROFUNDAMENTE.
Cuando estamos nerviosos respiramos rápido y
superficialmente, porque solo llenamos la parte superior
de los pulmones. Tú puedes mejorar la respiración,
haciéndola lenta y profunda. Para eso debes llenar los
pulmones lentamente hasta el fondo y luego echar el aire
también lentamente. A la vez que exhalas el aire piensa
en que expulsas con él los miedos y las cosas que te
preocupan.
- UTILIZA LA RELAJACIÓN.
No se puede tener miedo y estar relajado a la vez. Por
eso, si aprendes a relajarte podrás contrarrestar las
sensaciones de miedo y te ayudará a acercarte o superar
la situación temida. Un método muy fácil de relajar los
músculos es el de concentrarse en una parte del cuerpo
(por ejemplo el brazo) y apretar la mano fuerte durante
unos segundos para sentir la tensión de los músculos del
brazo; en cuanto dejes de apretar notarás el alivio y la
sensación de relajación en el brazo. Tendrías que
repetirlo una o dos veces y hacer lo mismo con todas las
partes del cuerpo.
- IMAGÍNATE UNA ESCENA AGRADABLE.
Si ya sabes respirar lentamente y relajar tus músculos,
intenta imaginar una escena agradable y que te
proporciona tranquilidad (por ejemplo, que estás tumbado
en una playa tranquila, notando la calidez de los rayos
del sol sobre tu cuerpo, o que estás viajando encima de
una nube, flotando en el aire, mientras el viento se
lleva tus preocupaciones…).
- LLEVA UN DIARIO.
Escribir sobre lo que vas sintiendo, las estrategias
que mas te ayudan, o simplemente escribir lo que debes
decirte a ti mismo cuando sientas miedo o preocupaciones
te será también de gran ayuda, porque entenderás mejor
lo que te pasa y cómo puedes mejorar.
- NO TEMAS HABLAR DE TUS MIEDOS.
Es probable que otras personas (amigos o adultos)
quieran que dejes de sentir miedo y actúes de una manera
más decidida y valiente. Tu puedes contestarle que todos
podemos tener algún miedo y que no hay motivo para
ocultarlo
- UTILIZA LA DESENSIBILIZACIÓN.
Muchas veces evitamos el pensar en nuestros miedos,
porque así no sentimos más seguros. ¿Y si hiciéramos lo
contrario?. Por ejemplo, prueba a repetir muchas veces:
“Me dan miedo los perros… me dan miedo los perros…”.
Escríbelo también muchas veces. Tal vez descubras que
esas palabras no te asustan tanto, o llegues a ver la
situación de otra manera.
- ES MEJOR PREVENIR.
A veces podemos evitar que se den situaciones que nos
provoquen miedo. Por ejemplo, un niño que tiene miedo a
las pesadillas, no debería ver antes de acostarse
películas que le puedan asustar, ni debería cenar
comidas picantes o tomar bebidas con cafeína.
Por último, recuerda que en algunos casos la mejor ayuda
que puedes ofrecer al niño para que supere sus miedos es
consultar con un psicólogo.
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