Existen libros
pensados para que los lean los niños cuyos padres han
sufrido una separación o divorcio y que van destinados a
ayudarles a superar dicha experiencia. Me referiré
concretamente a dos:
-Richard A. Gardner: "Las preguntas de los niños sobre
el divorcio". Ed. Trillas. 2005.
-Cynthia MacGregor: "El divorcio explicado a los niños.
Cómo ayudar a los niños a afrontar el divorcio de sus
padres". Ed. Obelisco. 2004.
Estos y otros libros similares pueden ser un valioso
recurso para ayudar al niño a afrontar los diferentes
sentimientos que se derivan de la experiencia del
divorcio de sus padres.
Los padres y educadores podemos utilizar estos libros
para orientar a los niños de modo que la experiencia del
divorcio no les resulte perjudicial. Algunas de las
ideas o consejos que se pueden extraer de la lectura de
estos libros son:
- Si los padres se divorcian es porque tienen razones
importantes para hacerlo. Lo más seguro es que ya no se
quieran, o que no sean capaces de vivir juntos porque no
se llevan bien.
- El hecho de que los padres se divorcien no quiere
decir que dejen de querer a su hijo
- Los hijos nunca tienen la culpa del divorcio de sus
padres, aunque con frecuencia pueden pensarlo.
- La mayoría de
las veces los padres no tienen la culpa de divorciarse,
ya que el divorcio ocurre por problemas que ellos no
pueden superar o controlar. Por ello, los hijos no
deberían culpabilizarles.
- Los hijos no pueden hacer nada para que sus padres no
se divorcien, o para que vuelvan a vivir juntos.
- Vivir con unos padres que están continuamente
peleándose es peor que vivir con un padre o madre
divorciado.
- Muchos niños cuyos padres se han divorciado pueden
experimentar emociones como la tristeza o la rabia. Es
mejor vencer esos sentimientos para vivir feliz.
-Los hijos de padres divorciados normalmente echan de
menos al padre o a la madre ausentes.
- Si un niño comprueba que tiene pensamientos de rabia
hacia sus padres porque se han divorciado, debe saber
que esos pensamientos no van a herirles, y que por
pensar esas cosas no es un niño malo
- Los niños pueden hacer algunas de las siguientes
acciones para superar los sentimientos de tristeza y/o
rabia: gritar, golpear una almohada, dibujar, escribir
una historia, escribir un diario, escuchar música, etc.
- También resulta muy conveniente que el niño pueda
hablar con personas que le puedan ayudar: un profesor,
algún familiar, un sacerdote, un niño mayor que haya
pasado por lo mismo, un psicólogo...
-Si un niño siente
ganas de llorar tras el divorcio de sus padres, debe
hacerlo, ya que eso le servirá de desahogo y se sentirá
mejor. Hasta puede ser bueno el ver una película triste
que le haga llorar.
- Que los padres se divorcien es un hecho muy triste,
pero lo hijos lo superan finalmente.
-Un niño de padres
divorciados no debe tener miedo por quién lo va a
cuidar. El sigue teniendo dos padres y, aunque por
circunstancias no pudiera vivir con ninguno de ellos,
siempre habrá familiares, u otras personas o
instituciones que cuidarán de él.
- Si un niño comprueba que alguno de sus padres no le
quiere (le ha abandonado y/o no se preocupa de él) lo
mejor es olvidarle e intentar buscar el cariño de otras
personas.
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