Cada vez se ve más
claro la necesidad de informar a los hijos sobre una
realidad que muy pronto se van a encontrar en su
entorno: las drogas.
Aunque en el colegio se hable de este tema, los padres
no deben renunciar a tratarlo en casa.
Hay que dar
respuesta a los hijos sobre este asunto siempre que
pregunten, aunque sean muy pequeños. Lógicamente las
respuestas a sus dudas deben ser sencillas y limitarse a
satisfacer su curiosidad, sin darle más información de
lo que pregunten o puedan entender.
No obstante,
aunque no hagan preguntas sobre las drogas, hasta los 10
años aproximadamente se les deben transmitir algunos
mensajes y actitudes:
- Explicarles la
diferencia entre el uso y el abuso de golosinas
- No tomar ni
darles medicamentos sin prescripción del médico.
Es a partir de los
10 años cuando se les debe de explicar con claridad que
el alcohol y el tabaco no pueden ser consumidos por
menores.
Es muy importante
centrarnos en estas edades en las llamadas 'drogas
legales', ya que está demostrado que el alcohol y el
tabaco son la puerta de entrada de las drogas ilegales
(marihuana, cocaína, etc.).
Cuando los niños comienzan la Educación Secundaria
(aproximadamente a los 12 años) se deben seguir las
siguientes pautas:
-Buscar un momento
para conversar, animando a tu hijo a que te cuente cómo
le ha ido el día, y hablándole sobre tus actividades.
-Tratar con
seriedad sus problemas. Aunque te parezcan sin
importancia para él si la tienen.
-Recuérdale tu
punto de vista sobre las drogas.
-Es importante que
sepa que estarás a su lado siempre que te necesite.
-Cuando empiezan a
disfrutar de más libertad, asegúrate que entienden las
responsabilidades que conllevan una mayor autonomía.
En el caso de que
los padres consuman drogas legales, deben ser
conscientes que están ofreciendo un ejemplo de consumo a
los hijos, por lo que es más probable que éstos sean
consumidores en su vida adulta.
En estos casos, de
cara a prevenir el consumo de los hijos, se debe de
prestar atención a dichos hábitos de consumo de drogas
legales en la familia. Se aconseja seguir las siguientes
pautas de actuación:
- Regular
el hábito delante de los hijos: en caso de consumir, que
se trate de un consumo moderado, responsable y
respetuoso.
- Respetar la legislación (que los menores no
compren alcohol ni tabaco).
- Enseñar
a reducir riesgos cuando se consume (por ejemplo, comer
algo cuando se bebe alcohol).
- Reconocer ante los menores que el consumo
puede dañarte. Evitar argumentos del tipo “lo necesito”,
“de algo hay que morir”, etc.
- Evitar por completo los consumos de alcohol y
tabaco en situaciones de riesgo (conducción de
vehículos, embarazo, etc.).
- No
ofrecer alcohol a pequeños aunque se esté en una
celebración.
- Evitar
la automedicación, trasmitiendo prudencia en el consumo
de medicinas y respeto al criterio médico.
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