Fue efectivamente Curt Honroth (Alemania 1898, Argentina 1966) quien siguió los pasos de la Escuela Emocional en grafología, iniciada por Rafael Schermann.

Honroth desafió a la policía afirmando que podía descubrir a un delincuente antes que ellos. Cuando se produjo un robo en una empresa de unos 200 trabajadores, el grafólogo recibió el permiso de la policía para investigar por su cuenta.

Honroth descubrió al ladrón realizando varios tests grafológicos a todos los empleados que eran igualmente sospechosos de haber cometido el robo.

En primer lugar seleccionó a aquellos trabajadores que en su escritura mostraban signos de mentira o engaño.

A éstos les realizó otro test grafológico en el que incluyó palabras como  "robo", "cárcel", etc., que pudiesen causar algún impacto emocional en el autor del robo.

Así detectó a tres o cuatro empleados, a los que aplicó un nuevo test, aportando detalles muy concretos sobre lo sucedido que sólo podía conocer el ladrón, consiguiendo de ese modo desenmascarar al culpable.

Dentro de esta teoría de la escuela emocional incluimos un test que puede resultar divertido o entretenido:

Test Emocional:

Consiste en pedirle a un sujeto que anote en un papel el nombre de seis personas, siguiendo esta pauta:

-Dos que le caigan bien

-Dos que le resulten indiferentes

-Dos que le resulten antipáticas

Estos nombres deben aparecer mezclados.

INTERPRETACIÓN DEL TEST EMOCIONAL

Es perfectamente posible adivinar qué personas le caen bien o mal al sujeto.

Para ello hay que fijarse en varios aspectos de la escritura de dichos nombres:

-Tamaño:

Existe la tendencia a escribir con mayor tamaño el nombre de las personas por las que sentimos simpatía, y con un tamaño menos aquellas otras que no nos agradan.

-Legibilidad:

Debido a que se pone menos atención al escribir el nombre de las personas que no nos agradan, éstos aparecen menos legibles que en el caso contrario.

-Tachaduras y enmiendas:

Por lo general son indicios de antipatía cuando aparecen al escribir el nombre de una persona.

-Descensos y caídas:

Los descensos respecto a la línea horizontal también son signos de antipatía, y lo contrario respecto a los ascensos.

-Presión:

La presión del lápiz sobre el papel se asocia a la simpatía, mientras que un nombre escrito con menor presión que el resto indica que esa persona no nos cae bien.

Bibliografía: Clara Tahoces: "Grafología". CEAC

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