El Test de Retención Visual de
Benton evalúa la percepción, la memoria visual y las
habilidades visoconstructivas.
Esta prueba no-verbal se aplica
desde los 8 años hasta la edad adulta, de manera
individual, en un tiempo aproximado de entre cinco
y quince minutos.
El Test TRVB consiste en la
reproducción de 10 tarjetas con dibujos geométricos,
existiendo varias modalidades de administración:
-Forma A: Reproducción tras 10 segundos de
exposición
-Forma B: Reproducción tras 5 segundos de
exposición
-Forma C: Copia de los dibujos.
-Forma D: Reproducción diferida en 15
segundos, tras 10 segundos de exposición.
La reproducción se considerada
correcta (1 punto) o incorrecta (0 puntos), no
existiendo posibilidades intermedias. Dado que el
test Benton valora la aptitud para retener
impresiones visuales, cualquier pequeño error
penaliza con 0.
Para la valoración de los
resultados se tiene en cuenta tanto el número de
reproducciones correctas (de 0 a 10 puntos), como el
cómputo de los errores, que se clasifican en seis
categorías:
-Omisiones: Se contempla en esta
categoría tanto los olvidos del material estimular
original como los añadidos.
-Distorsiones: Se trata de
aberraciones o modificaciones de las figuras
originales.
-Perseveraciones: Incluir
estímulos de láminas anteriores, debido a la
compensación realizada por el cerebro ante un olvido
-Rotaciones: Pueden ser de 180,
90 y 45 grados, así como rotaciones en espejo.
-Desplazamientos: Los
desplazamientos pueden ser hacia arriba, hacia
abajo, derecha o izquierda.
-Errores de tamaño: En función de
las proporciones que hay entre las diversas formas
geométricas que conforman la gestalt de la lámina.
Esta prueba es muy útil para la
detección de daño cerebral, resultando indicadores
significativos de dicho daño, los siguientes:
-Bajo número de láminas
correctamente dibujadas
-Alto número de errores
-Errores de rotación y de
distorsión
-Errores en el hemicampo visual
izquierdo
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