El Test de Claves del WISC-IV tiene dos
formas, la forma A y la forma B. Ambas formas miden
esencialmente la velocidad de procesamiento, la
percepción visual y la coordinación visomanual, la
memoria a corto plazo, la capacidad de aprendizaje y la
flexibilidad cognitiva.
La tarea que se presenta al niño es
en la forma A, el completamiento de unas figuras según
un modelo dado (por ejemplo, dentro de un cuadrado
dibujar una cruz, o dentro de un círculo un signo =, etc.)
y en la forma B, escribir unos símbolos (cruz,
paréntesis, etc.) debajo de unos números, siguiendo
también un modelo dado. Todo ello en un tiempo
cronometrado de 2 minutos.
Lo que se pide al sujeto es que
trabaje lo más rápido que pueda pero sin equivocarse, y
si lo hace, no pararse a borrar, sino continuar.
Se trata por tanto de una prueba no
verbal y que puede aplicarse perfectamente a niños que
desconozcan el idioma, ya que la explicación también
puede ser no verbal, pues es un ejercicio de lápiz y
papel que cualquier niño ha realizado a lo largo de su
escolaridad. Por eso, los niños no escolarizados parten
con desventaja en este terreno.
Puntuaciones bajas en el test de Claves pueden ser
indicativas de:
-Ausencia de interés en la tarea
-Problemas de coordinación visomotora
-Falta de control del lápiz
-Defectos visuales: problemas de dominancia manual.
Por otra parte, puntuaciones altas en el test de
Claves podrían igualmente indicar:
-Motivación elevada
-Destreza y capacidad para memorizar símbolos
gráficos.
-Ansiedad (si se salta elementos)
-Rebeldía (si no cumple las instrucciones).
Cómo desarrollar este tipo de
habilidad:
Para desarrollar las capacidades exigidas por este
test es necesario exponer al
niño de manera repetida a este tipo de ejercicios.
Es bueno también acostumbrar al niño a
realizar ejercicios de lápiz y papel cronometrados,
haciéndole ver sus progresos en relación al tiempo.
Enseñarle a ayudarse del lenguaje en
la realización de la actividad, para aumentar la
concentración y la eficacia. Emplear el método de las
autoinstrucciones. Comenzar haciendo de modelo para que
aprenda la correcta ejecución.
Para ampliar este apartado, consultar
este artículo:
Cómo desarrollar la Velocidad de Procesamiento
Normas de Aplicación:
-Niños de 6 a 7 años comienzan por los ejemplos de
Claves A y los elementos de la prueba.
-Niños de 8 a 16 años comienzan por
los ejemplos de Claves B y los elementos de la prueba.
La prueba de Claves finaliza cuando
transcurran 120 segundos.
La precisión en la medición del
tiempo es esencial en el subtest de Claves.
Una vez explicado y realizado por el
alumno el ejemplo, se le da la siguiente instrucción:
"Cuando yo diga YA, tienes que
hacer tú solo estos ejercicios. Empieza por éste, sigue
en orden y no te saltes ninguno. Trabaja lo más
rápidamente que puedas sin cometer errores, hasta que yo
te pida que pares. ¿Estás preparado?... YA."
Como no se permite el uso de goma de
borrar en esta prueba es conveniente aclarar al niño que
si se equivoca no pasa nada, sólo debe continuar
trabajando haciéndolo lo mejor que pueda
Otras consideraciones:
Claves es una tarea sencilla y que
suele gustar a la gran mayoría de los niños.
Las normas de puntuación y corrección
están muy claras por lo que tampoco se plantean
dificultades al examinador