to come home to roost = pagar
las consecuencias
tuː kʌm həʊm tuː ruːst
El significado de to come home to roost (literalmente, "venir
a casa a posarse para para pasar la noche")
es sufrir las consecuencias de algo malo que se hizo.
I knew
not handing in my homework would be a problem eventually—stuff
like that always comes home to roost.
Esta expresión
también aparece como chickens come home to roost,
que se basa en el hecho conocido de que las gallinas
siempre vuelven a sus perchas a pasar la noche,
sugiriendo la idea de que las malas acciones también se
vuelven contra quien las comete.
Se trata de un
dicho que fue definitivamente establecido en 1810 en
The Curse of Kehama un poema de Robert Southey,
en el que se lee: curses (maldiciones)
are like young chicken: they always come home to roost.
Un proverbio que
guarda relación con éste es: old sins have long
shadows